sábado, 27 de agosto de 2011

Sobre mi práctica docente

Hace dos semanas iniciamos clases, fue caótico por algunos problemas de logística y en parte porque a media semana me quedé afónica. Superada esta situación inesperada, empecé a encaminar los cursos sin mayores contratiempos.

Hoy, al leer algunas reflexiones de mis alumnos sobre una conferencia a la que asistieron y evaluar esta primera semana de trabajo para hacer las modificaciones pertinentes no pude más que reflexionar sobre mi propia práctica docente.

Buscando opciones laborales me dije -¿por qué no? y me di a la tarea de buscar donde ejercer la docencia, tengo que aceptar que no fue fácil, me pedían experiencia o una maestría o un diplomado. Un día me acerqué a una escuela del sistema dónde había estudiado y el entonces coordinador de la carrera de Administración me dijo que me daría una materia y dependiendo de la evaluación que hiciera al final del semestre “pues ya veríamos”. Han pasado casi 28 semestres y muchos cambios en lo personal, en mi percepción de los alumnos y en mi práctica.

Esta experiencia me ha enriquecido y me ha llevado a mejorar mis prácticas de auto aprendizaje, a ser más flexible, a abrirme a una amplia gama de posibilidades, a comprender que no hay un “solo camino para resolver un problema”; a ver y reconocer el potencial que tienen los alumnos y no centrarme en sus deficiencias (pero si tratar de ayudar a que las superen); a comprender que yo no “enseño” solo soy un apoyo y puedo guiar al que quiera aprender; que aprendemos de los alumno infinidad de cosas; que con el tiempo algunos alumnos se vuelven amigos; que todavía tengo muchas cosas que aprender.

Aprender esto no fue fácil, el camino en ocasiones es complicado, muchos cursos, muchas equivocaciones, pero sobre todo muchos compañeros dispuestos a apoyar y compartir su experiencia; quizá lo más difícil no ha sido el trabajo directo con los alumnos sino sortear las cuestiones administrativas y uno que otro supervisor sin compromiso real con la educación, con un punto de vista económico o que consideran que "solo hay una forma correcta de enseñar": la suya, ¡claro!

La docencia no es algo sencillo, definitivamente no, pero descubrí hace mucho tiempo que es lo que me gusta hacer.